Entradas

Imagen
El Recuerdo Como médanos de oro, que vienen y que van en el mar de la luz, son los recuerdos. El viento se los lleva, y donde están están, y están donde estuvieron y donde habrán de estar... (Médanos de oro). Lo llenan todo, mar total de oro insondable, con todo el viento en él... (Son los recuerdos). Juan Ramón Jiménez
El camello cojito (Auto de los Reyes Magos) El camello se pinchó con un cardo en el camino y el mecánico Melchor le dio vino. Baltasar fue a repostar más allá del quinto pino e intranquilo el gran Melchor consultaba su «Longinos». —¡No llegamos, no llegamos y el Santo Parto ha venido! —Son las doce y tres minutos y tres reyes se han perdido. El camello cojeando más medio muerto que vivo va espeluchando su felpa entre los troncos de olivos. Acercándose a Gaspar, Melchor le dijo al oído: —Vaya birria de camello que en Oriente te han vendido. A la entrada de Belén al camello le dio hipo. ¡Ay, qué tristeza tan grande en su belfo y en su tipo! Se iba cayendo la mirra a lo largo del camino; Baltasar lleva los cofres, Melchor empujaba al bicho. Y a las tantas ya del alba —ya cantaban pajarillos— los tres reyes se quedaron boquiabiertos e indecisos, oyendo hablar como a un Hombre a un Niño recién nacido. —No quiero oro ni incienso ni esos tesoros tan fríos, quiero al camello, l

Otoño

Imagen
Aprovechemos el otoño antes de que el invierno nos escombre entremos a codazos en la franja del sol y admiremos a los pájaros que emigran ahora que calienta el corazón aunque sea de a ratos y de a poco pensemos y sintamos todavía con el viejo cariño que nos queda aprovechemos el otoño antes de que el futuro se congele y no haya sitio para la belleza porque el futuro se nos vuelve escarcha Mario Benedetti

El Aparador

Imagen
Tallado en roble oscuro, un gran aparador -tan viejo que ha tomado el aire de los viejos- al abrirse derrama, con su sombra, un olor, excitante perfume de los vinos añejos. Lleno está del barullo de viejas antiguallas, lencería olorosa, amarilla, de ajados encajes de mujeres y niños, faramallas de pañuelos de abuelas con grifones pintados Es en él que se encuentran, dijes y medallones, guardapelos, retratos, olor de secas flores que al perfume de fruta barajan sus olores. ¡Oh aparador antiguo! Historias a montones quisieras tú contar, cuando crujientas inciertas lentamente y negras vas abriendo tus puertas. Arthur Rimbaud

NOCHES DEL MES DE JUNIO

Imagen
A Luis Cernuda Alguna vez recuerdo ciertas noches de junio de aquel año, casi borrosas, de mi adolescencia (era en mil novecientos me parece cuarenta y nueve)                             porque en ese mes sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña lo mismo que el calor que empezaba,                                                            nada más que la especial sonoridad del aire y una disposición vagamente afectiva. Eran las noches incurables                                            y la calentura. Las altas horas de estudiante solo y el libro intempestivo junto al balcón abierto de par en par (la calle recién regada desaparecía abajo, entre el follaje iluminado) sin un alma que llevar a la boca. Cuántas veces me acuerdo de vosotras, lejanas noches del mes de junio, cuántas veces me saltaron las lágrimas, las lágrimas por ser más que un hombre, cuánto quise morir          o soñé con venderme al diablo, que nunca me escuchó.        

Mayo

Imagen
No sé qué fragancia a azahares hoy tiene el agua del mar. ¿Será este Mayo de oro, esta cimera solar, o este viento de palomas, que anda sin sentirse andar? Si él estuviera a mi lado, oh Dios, ¡qué felicidad! Juana de Ibarbourou

Joan Manuel Serrat , ESPECIALMENTE EN ABRIL, 1987

Imagen