Dies Irae

El pueblo entero se congregó en su agonía, la vida la pasó guardando secreto muy oscuro. Sus labios se veían difíciles, hermosos para tomar agua. No vas a tener otra heredad que la que con tu peso, desalojes. Pronuncia lo que ocultas. Pluma y papel preparados. Siete testigos expectantes la miran. Ella mueve la lengua. Se rompe el sello. La ciudad hallase gris, la magnolia dispuesta. (Esperanza López Parada)