Lied Marino
Vine a llamarte a los acantilados. Lancé tu nombre y sólo el mar me respondió desde la leche instantánea y voraz de sus espumas. Por el desorden recurrente de las aguas cruza tu nombre como un pez que se debate y huye hacia la vasta lejanía. Hacia un horizonte de menta y sombra, viaja tu nombre rodando por el mar del verano. Con la noche que llega regresan la soledad y su cortejo de sueños funerales. Álvaro Mutis