Valldemossa
Vago con los corderos y con las cabras trepo como un pastor por estos montes de Valldemosa, y entre olivares pingues y entre pinos de Alepo diviso el mar azul que el sol baña de rosa. Y en tanto que el Mediterráneo me acaricia con su aliento yodado y su salino aroma, creo mirar surgir una barca fenicia, una vela de Grecia, un trirreme de Roma. Y me saca de mi éxtasis en la dulce mañana, el oír que del campo cercano llegan unas notas de evocadora melopea africana que canta una payesa recogiendo aceitunas. Pían los libres pájaros en los vecinos huertos; se enredan las copiosas viñas a las higueras, y muestra el sexual higo dos labios entreabiertos junto al ámbar quemado de las uvas postreras. Plinio llama Baleares funda bellicosas a estas islas hermanas de las islas Pytiusas; yo sé que coronadas de pámpanos y rosas aquí un tiempo danzaron ...