Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Gioconda Belli

Dia de la Dona

Imagen
Mujer irredenta    Hay quienes piensan que he celebrado en exceso los misterios del cuerpo la piel y su aroma de fruta. ¡Calla, mujer! me ordenan No nos aburras más con tu lujuria Vete a la habitación Desnúdate Haz lo que quieras Pero calla No lo pregones a los cuatro vientos. Una mujer es frágil, leve, maternal; en sus ojos los velos del pudor la erigen en eterna vestal de todas las virtudes. Una mujer que goza es un mar agitado donde sólo es posible el naufragio. Cállate. No hables más de vientres y humedades. Era quizás aceptable que lo hicieras en la juventud. Después de todo, en esa época, siempre hay lugar para el desenfreno. Pero ahora, cállate. Ya pronto tendrás nietos. Ya no te sientan las pasiones. No bien pierde la carne su solidez debes doblar el alma ir a la Iglesia tejer escarpines y apagar la mirada con el forzado decoro de la menopausia. Me instalo hoy a escribir para los Sumos Sacerdotes de la decencia para los que,...

Mayo

Imagen
No se marchitan los besos como los malinches, ni me crecen vainas en los brazos; siempre florezco con esta lluvia interna, como los patios verdes de mayo y río porque amo el viento y las nubes y el paso del los pájaros cantores, aunque ande enredada en recuerdos, cubierta de hiedra como las viejas paredes, sigo creyendo en los susurros guardados, la fuerza de los caballos salvajes, el alado mensaje de las gaviotas. Creo en las raíces innumerables de mi canto. Gioconda Belli

Hermosura de la dialéctica

Imagen
Foto: Osselin Estoy viva como fruta madura dueña ya de inviernos y veranos, abuela de pájaros, tejedora del viento navegante. No se ha educado aun mi corazón y, niña, tiemblo en los atardeceres, me deslumbra el verde, las marimbas y el ruido de la lluvia hermanándose con mi húmedo vientre, cuando todo es más suave y luminoso. Crezco y no aprendo a crecer, no me desilusiono, ni me vuelvo mujer envuelta en velos, descreída de todo, lamentando su suerte. No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro, de la tierra parida, el canto de los pueblos, los brazos del obrero construyendo, la mujer vendedora con su ramo de hijos, los chavalos alegres marchando hacia el colegio. Sí. Es verdad que a ratos estoy triste y salgo a los caminos, suelta como mi pelo, y lloro por las cosas más dulces y más tiernas y atesoro recuerdos brotando entre mis huesos y soy una infinita espiral que se retuerce entre lunas y soles, avanzando en los días, desenrollando el ti...

Y DIOS ME HIZO MUJER

Imagen
Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo. Gioconda Belli