A la rosa, a esta rosa, a la única, a esta gallarda, abierta, adulta rosa, a su profundidad de terciopelo, al estallido de su seno rojo. Creían, sí, creían que renunciaba a ti, que no te canto, que no eres mía, rosa, sino ajena, que yo voy por el mundo sin mirarte, preocupado sólo del hombre y su conflicto. No es verdad, rosa, te amo. Adolescente, preferí las espigas, las granadas, preferí ásperas flores de matorral, silvestres azucenas. Por elegante desprecié tu erguida plenitud, el raso matinal de tu corpio, la indolente insolencia de tu agonía, cuando dejas caer un pétalo y con los otros continúas ardiendo hasta que se esparció todo el tesoro. Me perteneces, rosa, como todo lo que hay sobre la tierra, y no puede el poeta cerrar los ojos a tu copa encendida, cerrar el corazón a tu fragancia. Rosa, eres dura: he visto caer la nieve en mi jardín: el hielo paralizó la vida, los grandes árboles quebraron sus ramajes, solo, ro...
Comentarios
Me ha gustado mucho, hacia tiempo que no leía nada de Juan del Encina.
Un fuerte abrazo
Nerim
Paseando con mi cámara capté este “corre corre” y pensé que esta poesía le haría buena compañía...
Una molt forta abrçada
Meme
Permíteme la inmodestia de decirte que tu foto es bellamente osseliniana.
Tu y yo nos lo pasaríamos saliendo a cazar fotos.
Juan Del Enzina fue un adelantado a su tiempo, y lograba desatar emociones animales en quienes escuchaban sus letras y sus músicas.
Fantástico.
Me has dejado muda y sonrojada…
Gracias.
Un beso
Le mosquito, amigo:
Me alegro que te guste mi Isla...
Pronto recibiréis más firmas por vuestra causa, estoy en ello.
Un beso