El espejo






Me instalo frente a ti, miro tus ojos
y vigilo el espacio donde tu voz me busca.
Me estremece el dolor del encuentro imprevisto,
la sed con que te acercas al borde de mi sombra,
el hueco que descubres en la luz de mi espejo.
La soledad me arropa. Sólo en la noche existo.
Y nunca me detengo sobre el mismo minuto
en el que tú te apoyas para seguir llamándome.
Suéñame de otro modo. Sacude el saco triste
del idioma heredado. Cuéntale a las palabras
las historias oscuras que sólo tú conoces;
diles cómo te asusta mi presencia y mi odio,
cuánta muerte te cuesta acariciar mi huida.
A veces, en el centro mismo de tu pregunta,
me reconozco y corro hacia otra oscuridad:
es amargo encontrar al final de un abrazo
mi propio grito erguido y mi propio deseo.
Por eso me divido, me desdoblo y me hundo
en heridas distintas: me da miedo encontrarte.
Tu sonido es el mío. Tu tristeza, tus ropas
saben a mí, y me escuece el recuerdo adherido
al tiempo conciliado, al tiempo único
en que la conjunción habitó nuestras sangres.


Eloy Sánchez Rosillo

Comentarios

Pedro J. Sabalete Gil ha dicho que…
Impresionado me quedo con esta poesía, da igual que la lea varias veces, siempre le doy un sentido nuevo o encuentro un recoveco de palabras que pasó inadvertido. La guardo y buscaré más de su autor.

Gracias.


Un abrazo.
Sara Royo ha dicho que…
Es un poema maravilloso. No conocía este autor, gracias por descubrírmelo.
Un besico.
Meme ha dicho que…
Goathe ,

es un poema bello, aunque puede parecer triste y como tú dices en cada recodo nos ofrece una nueva lectura...

Un abrazo

Sara ,gracias.

A este "Suéñame de otro modo", cúantas vueltas le podemas dar...

Un beso.

Entradas populares de este blog

Oda a la bella desnuda

MARE VULL SER PESCADOR

La puerta