A la rosa, a esta rosa, a la única, a esta gallarda, abierta, adulta rosa, a su profundidad de terciopelo, al estallido de su seno rojo. Creían, sí, creían que renunciaba a ti, que no te canto, que no eres mía, rosa, sino ajena, que yo voy por el mundo sin mirarte, preocupado sólo del hombre y su conflicto. No es verdad, rosa, te amo. Adolescente, preferí las espigas, las granadas, preferí ásperas flores de matorral, silvestres azucenas. Por elegante desprecié tu erguida plenitud, el raso matinal de tu corpio, la indolente insolencia de tu agonía, cuando dejas caer un pétalo y con los otros continúas ardiendo hasta que se esparció todo el tesoro. Me perteneces, rosa, como todo lo que hay sobre la tierra, y no puede el poeta cerrar los ojos a tu copa encendida, cerrar el corazón a tu fragancia. Rosa, eres dura: he visto caer la nieve en mi jardín: el hielo paralizó la vida, los grandes árboles quebraron sus ramajes, solo, ro...
Comentarios
Un abrazo
El mar
sonríe a lo lejos,
Dientes de espuma.
Labios de cielo.
¿ Qué vendes, oh joven turbia,
Con los senos al aire?
--Vendo, señor, el agua
De los mares-
¿ Qué llevas. oh negro joven.
Mezclado con tu sangre?
-Llevo, señor, el agua
De los mares—
Esas lágrimas salobres.
¿de dónde vienen, madre ?
-Lloro, señor, el agua
De los mares—
Corazón, y esta amargura
Seria, ¿de dónde nace?
-¡Amarga mucho el agua
De los mares!—
El Mar
Sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
Labios de cielo.
Un abrazo, amigos.