Canciones del camarada errante

Foto: Osselin

El día en que mi amor se case,
el día de su boda, tan dichoso,
¡Será mi día más triste!
Me encerraré en mi habitación,
mi oscura y pequeña habitación,
Y lloraré, lloraré por mi amor,
¡por mi querido amor!
¡Flor azul! ¡No te marchites!
Dulce pajarillo, que cantas en el prado verde.
Ay, ¿cómo puede ser el mundo tan bello?
¡Pío! ¡Pío!
¡No cantes; no florezcas!
La primavera se acabó.
Basta ya de cantar.
Cuando por la noche me acuesto,
Pienso en mi pena,
¡en mi pena!




Esta mañana caminé por el campo;
Cuando el rocío cubría cada brizna de hierba.
El alegre pinzón me dijo:
"¡Eh! ¿No te parece? ¡Buenos días! ¿No te parece?
¡Tú! ¿No te parece bello el mundo?
¡Pío! ¡Pío! ¡Bello y brillante!
¡Cuánto me gusta el mundo!"

También, las campanillas en el campo
Alegremente y de buen humor
Tocaron con campanas (ding, dong)
su saludo matutino:
"¿No es bello el mundo?
¡Mundo bello! Ding, dong! ¡Bello!
¡Cuánto me gusta el mundo!"

Y después, bajo la luz del sol,
El mundo de repente comenzó a brillar;
¡Los sonidos y el color revivieron
Bajo la luz del sol!
¡Flores y pájaros, pequeños y grandes!
¡Buenos días! ¿No es bello el mundo?
¡Eh! ¿No creéis que es bello el mundo?"

¿¡Ahora también comenzará mi felicidad!?
¡No, no - la felicidad que yo quiero
jamás podrá florecer!




Tengo un cuchillo al rojo vivo,
Clavado en mi corazón.
¡Pobre de mí! Corta en lo más profundo
Cada alegría y placer.
¡Ay, qué huésped tan malvado!
Nunca descansa ni ceja,
Ni de día ni de noche, me deja dormir.
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!

Cuando levanto la mirada al cielo
Veo dos ojos azules.
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Cuando camino por el campo amarillo,
A lo lejos veo su cabello rubio ondear en el viento.
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!

Cuando despierto de un sueño
Y escucho el tintineo de su risa de plata,
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
¡Ojalá estuviese en mi ataúd -
Ojalá no volviera a abrir ya mis ojos!



Los ojos azules de mi amor -
Me han llevado a otro mundo más grande.
¡Tuve que dejar
Este entrañable lugar!
Oh, ojos azules, ¿por qué tuvisteis que mirarme?

Salí a caminar en la noche tranquila
En lo profundo del monte oscuro.
Nadie vino a despedirme.
¡Adiós! ¡El amor y la tristeza son mi única compañía!

Ahí, junto al camino, hay un tilo,
¡y ahí por vez primera encontré el descanso en el sueño!
Bajo el tilo que nevaba
Sus flores sobre mí -
¡No supe cómo la vida continuaba,
y todo estaba bien otra vez!
¡Todo! ¡Todo, el amor y la tristeza
Y el mundo y el sueño!

Gustav Mahler

Comentarios

Nerim ha dicho que…
Que buenos ratos paso con las cosas preciosas que publicas en tu blog, fotos, poemas, canticos y alegrías, todo de un gusto exquisito.
Un beso
Nerim
Meme ha dicho que…
Gracias, Nerim.

Un beso

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