Epílogo

Paul Verlaine




El sol, ya más suave, brilla claro en cielo ligero.
Los rosales del jardín, mecidos por el viento
de otoño, se balancean rítmicamente.
La atmósfera ofrece besos fraternos.

Ya abandonó la Naturaleza su trono
de esplendor, de ironía y de serenidad;
clemente se muestra y en vasto espacio dorado
se dirige al hombre, su súbdito perverso y rebelde.

Con el paño de su abrigo, estrellado por la inmensa bóveda,
accede a enjugar el sudor de nuestras frentes;
su alma eterna y su inmortal silueta dan calma
y vigor a nuestros corazones lánguidos y ávidos.

El fresco balancear de mil ramas envejecidas
y el amplio horizonte con difusos cantos,
todo, incluso alegres bandadas de pájaros y nubes,
todo, así consuela y libera. Es hora de pensar.




Ya se decidió. Cerrado está el libro. ¡Ay, ideas
queridas, que mi cielo gris surcabais con alas de fuego
en aleteo que rozaba mis apasionadas sienes!
¡Volad de nuevo hacia el azul Infinito!

Sabedlo; tú, musical Verso, y tú, musical Rima,
y esos Ritmos hechiceros, y esos
Recuerdos, y esos Ensueños, y esas
Metáforas añoradas por mis ansiosos deseos,

debemos separarnos. ¡Adiós, buenos amigos,
adiós cómplices encantadores, nos veremos
cuando lo ordene el Arte, nuestro jefe!
¡Volad de nuevo por el Infinito azul!

De veras ya cumplidos en la tarea, y
nuestro gozo en símbolo de corcel joven
asustado aún por su primera carrera
necesita también diversión y hasta sombra.

Sigues siendo, oh Poesía, la morada definitiva,
sí, como astro único y como pasión única,
madre, y sin confiar en la Inspiración
te nombramos guía y compañera para siempre.



¡La Inspiración! Siempre altiva y soberana,
egeria de mirada luminosa y profunda,
con genio adaptable y presto Erato lírico,
Ángel de viejas pinturas con oro al fondo.

Musa, cuya voz tan potente y tan segura
-Como cardillos a lo largo del camino-
consigue que en mentes primerizas brote
repentinamente una cosecha de poemas nuevos,

paloma y Espíritu Santo y Delirio Santo,
también Arrebatos oportunos y Turbaciones gratas,

Gabriel y su laúd, Apolo y su lira,
¡Oh Inspiraciones de los dieciséis abriles!

Los que necesitamos como Poeta Supremos
Que a los Dioses adoramos aunque no de veras,
Sin que haya aureola para nuestras cabezas
Y sin una Beatriz guiadora de nuestra vida,

Nosotros biselando palabras igual que el cristal
y escribiendo fríamente versos emocionados,

nosotros a quienes nadie ve en paseos nocturnos
en grupos de armonía y éxtasis junto a los lagos.

Lo que a la luz de las lámparas necesitamos
es la ciencia conquistada y el sueño domado y
la frente pensativa del Fausto clásico de los grabados,
¡Y la Obstinación y la Voluntad!

¡Necesitamos la Voluntad santa, absoluta y eterna,
al proyecto enlazada igual que un cóndor
en los flancos tembloroso de un búfalo y que
en rápido aleteo lleva su trofeo por cielos de oro!

¡Precisamos estudiar sin pausas, necesitamos
el increíble esfuerzo y el combate inédito,
y la noche, la ruda noche del trabajo para
que muy despacio alboree como un sol, la Obra!

¡Pueden los Inspirados de corazón febril por una mirada
abandonar su ser a los vientos cual abedul!
¡Infelices! No es Arte esparcir el alma;
¿O no es de mármol la Venus de Milo?

Los poetas esculpimos con cincel de Ideas
ese inmaculado Paros, bloque virginal de la belleza,
con dedos activos vamos logrando
alguna estatua pura de peplo estrellado,

¡Para que un día, con admirables rayos grises y rosados
surja la serena obra maestra, como nuevo Memnos,
Alba-Posteridad, hija de tiempos tristes,
y haga resonar nuestro nombre en el aire futuro!


Fotos: Osselin

Comentarios

modes amestoy ha dicho que…
bellos versos, aspiración del poeta a la eternidad y las fotos muy bien acompasadas.
Un abrazo
Nerim ha dicho que…
como siempre, unos excelentes poemas acompañados por unas maravillosas fotos.
Un fuerte abrazo
Nerim
Meme ha dicho que…
amigo Modes,gracias.
Siempre es una alegría muy grande para mi leer tu aprecio.

Un abrazo

Nerim, gracias también a ti por sentirte a gusto en ésta Isla.
Un fuerte abrazo, amiga.

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