Las mujeres de antes
En los Paseos junto al mar
en las sillas de mimbre de los bares
reclinadas en suaves chaises-longues de terciopelo
fumando cigarrillos atrevidos y exóticos
vestidas de colores muy decentes
o en lugares cerrados y más íntimos
mirándose al espejo
retocando sus labios y empolvándose
las mujeres de antes parecían irreales
eran como otra cosa algo distinto
pero cuando nos daban caramelos
o las fotografiaban de perfil
todos todos sabíamos que aquello se acababa
que no podía ser
que la hermosa película no iba a continuar siempre
y que la extraña joya que al parecer tenían
escondida en los pliegues del escote
o quizás entre las piernas
iba a volverse pronto mercancía barata
que ellas eran como nosotros
con sus deseos y melancolías
con sus trabajos y su desengaño.
Y entonces ¿para qué fingirse diosas
si ni ellas lo querían
y para qué tanto suspiro absurdo
tanta mano bellísima frotando en solitario
tanto dedo en saliva
si de la fiesta aquella sólo iban a quedar
algunos viejos cuadros y montones de cajas de sombreros
llenas de fotos ocres junto a discos partidos?
en las sillas de mimbre de los bares
reclinadas en suaves chaises-longues de terciopelo
fumando cigarrillos atrevidos y exóticos
vestidas de colores muy decentes
o en lugares cerrados y más íntimos
mirándose al espejo
retocando sus labios y empolvándose
las mujeres de antes parecían irreales
eran como otra cosa algo distinto
pero cuando nos daban caramelos
o las fotografiaban de perfil
todos todos sabíamos que aquello se acababa
que no podía ser
que la hermosa película no iba a continuar siempre
y que la extraña joya que al parecer tenían
escondida en los pliegues del escote
o quizás entre las piernas
iba a volverse pronto mercancía barata
que ellas eran como nosotros
con sus deseos y melancolías
con sus trabajos y su desengaño.
Y entonces ¿para qué fingirse diosas
si ni ellas lo querían
y para qué tanto suspiro absurdo
tanta mano bellísima frotando en solitario
tanto dedo en saliva
si de la fiesta aquella sólo iban a quedar
algunos viejos cuadros y montones de cajas de sombreros
llenas de fotos ocres junto a discos partidos?
José Agustín Goytisolo
Comentarios
Precioso post Meme, un beso
Nerim
Acabo de empezar un libro de Umbral (no es muy santo de mi devoción), pero no tenía otra cosa a mano...
Se llama "Las señoritas de Aviñón" y la sensación que se extrae de este poema la relaciono con las de las primeras páginas de este libro.
Ya te contaré:si me ha gustado el libro y si hay relación; el poema sí que me gusta.
Un abrazo.
UN abrazo
Estos sueños plasmados en celuloide, primero en blanco y negro, después en color en el fondo sólo eran una evasión para, como dices, vivir en casa el nuestro propio.
Un beso y un abrazo
Secretario:
Me alegro que te guste el poema. Cuando termines el libro, coméntalo, porfa.
Un abrazo y gracias por la visita
Modes:
La poesía es la realidad en verso.
Un abrazo
"...Él se acerca, la abraza por la espalda
ante el espejo, y así enlazados van a la vidriera.
Puso la mano ahí: tacto y dulzura..."
José Agustín Goytisolo
Sigo de vacaciones (te esccribo desde un Cybercafé) ya sé que te lo digo a menudo pero gracias por usar mis fotos.
Gran poeta Goytisolo y gran buscadora de poetas Meme.
Pronto estamos en contacto.
Hoy me dirás...
...eres una aprovechona.
Un abrazo
hasta pronto!