El universo de Camille Claudel
SED NON SATIATA
Deidad extraña, negra lo mismo que la noche,
en tu aroma el almizcle al tabaco se hermana;
producto de un oscuro Fausto de la sabana,
bruja de flanco de ébano, surgida a medianoche.
Aún más que el opio y más que el misterio yo ansío
el libar de tu boca en donde amor se ufana;
cuando de mis deseos va a ti la caravana,
tus ojos son cisternas en que bebe mi hastío.
Por tus dos grandes ojos por los que alienta tu alma,
¡oh demonio de fuego que me roba la calma!,
yo no soy el Estigio para dar nueve abrazos,
¡ay!, y tampoco puedo, ¡oh furia libertina!,
para morderte al tiempo que te ahogan mis brazos
en tu lecho de llamas, como hizo Proserpina.
Charles Baudelaire
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