Mar y nubes
Soneto XXIV
Amor, amor, las nubes a la torre del cielo
subieron como triunfantes lavanderas,
y todo ardió en azul, todo fue estrella:
el mar, la nave, el día se desterraron juntos.
Ven a ver los cerezos del agua constelada
y la clave redonda del rápido universo,
ven a tocar el fuego del azul instantáneo,
ven antes de que sus pétalos se consuman.
No hay aquí sino luz, cantidades, racimos,
espacio abierto por las virtudes del viento
hasta entregar los últimos secretos de la espuma.
Y entre tantos azules celestes, sumergidos,
se pierden nuestros ojos adivinando apenas
los poderes del aire, las llaves submarinas.
Pablo Neruda
Comentarios
Un fuerte abrazo
Ah el buen tiempo!!!
Saludos.
He mezclado cielos del mediterráneo con los de Catalunya y los pirineos. Me alegro que te evoquen todos estos sentimientos.
Otro abrazo muy fuerte para ti.
Goathemala
Estos paisajes que tanto nos cautivan. ¿Verdad?, amigo
Gracias.
Un abrazo
Precioso baile de nubes, aguas, rocas, árboles.
Preciosa la música de Jeff Buckley, muy sugerente.
Y qué decir de las palabras de Neruda: "las nubes como triunfantes lavanderas"; "el agua constelada"; "las virtudes del viento"...
Abrazo isleño.
P.S.: Acabo de estar en la sala de charlas de Noxland. Ha sido un placer oír hablar a Noxeus, Manly y Mario.
A ver si otra vez coincidimos allí.
Un abrazo
Mi despertar, gracias por tu visita.
Un abrazo
Un abrazo