Esta bella imagen nos retrotrae al pasado. Tiene la nostalgia de aquellos momentos vividos cuando bajo la piedra molía el trigo convirtiéndolo en harina.
Goathe Hola mi "diabético juvenil", acabo de ver tus dos últimas entradas.
Veo que no te privas de nada.
Espero que convivas con la diabetes de la mejor manera. Estoy segura que lo harás y viendo el resultado de tan hermoso pan de canela no me queda nada más que felicitar al panadero.
Un abrazo, amigo.
Snyder Hermosas palabras las tuyas
Otro beso para ti.
Selma Es como la balada de otoño que nos canta Serrat.
Con casto corazón, con ojos puros, te celebro, belleza, reteniendo la sangre para que surja y siga la línea, tu contorno, para que te acuestes a mi oda como en tierra de bosques o de espuma, en aroma terrestre o en música marina. Bella desnuda, igual tus pies arqueados por un antiguo golpe de viento o del sonido que tus orejas, caracolas mínimas del espléndido mar americano. Iguales son tus pechos de paralela plenitud, colmados por la luz de la vida. Iguales son volando tus párpados de trigo que descubren o cierran dos países profundos en tus ojos. La línea que tu espalda ha dividido en pálidas regiones se pierde y surge en dos tersas mitades de manzana, y sigue separando tu hermosura en dos columnas de oro quemado, de alabastro fino, a perderse en tus pies como en dos uvas, desde donde otra vez arde y se eleva el árbol doble de tu simetría, fuego florido, candelabro abierto, turgente fruta erguida sobre el pacto del mar y de la tierr...
A la rosa, a esta rosa, a la única, a esta gallarda, abierta, adulta rosa, a su profundidad de terciopelo, al estallido de su seno rojo. Creían, sí, creían que renunciaba a ti, que no te canto, que no eres mía, rosa, sino ajena, que yo voy por el mundo sin mirarte, preocupado sólo del hombre y su conflicto. No es verdad, rosa, te amo. Adolescente, preferí las espigas, las granadas, preferí ásperas flores de matorral, silvestres azucenas. Por elegante desprecié tu erguida plenitud, el raso matinal de tu corpio, la indolente insolencia de tu agonía, cuando dejas caer un pétalo y con los otros continúas ardiendo hasta que se esparció todo el tesoro. Me perteneces, rosa, como todo lo que hay sobre la tierra, y no puede el poeta cerrar los ojos a tu copa encendida, cerrar el corazón a tu fragancia. Rosa, eres dura: he visto caer la nieve en mi jardín: el hielo paralizó la vida, los grandes árboles quebraron sus ramajes, solo, ro...
Gustav Klimt Rectifico: es de Anne-Marie Zilbermann El sol, sobre la arena, luchadora durmiente, Calienta un baño lánguido en tu pelo de oro Y, consumiendo incienso sobre tu hostil mejilla, Con las lágrimas mezcla un brebaje amoroso. De ese blanco flameo esa inmutable calma Te ha hecho, triste, decir -oh, mis besos miedosos-: "¡Nunca seremos una sola momia Bajo el desierto antiguo y felices palmeras!" ¡Pero tu cabellera es un río tibio, Donde ahogar sin temblores el alma obsesionante Y encontrar esa Nada desconocida, tuya! Yo probaré el afeite llorado por tus párpados, Por ver si sabe dar al corazón que heriste La insensibilidad del azur y las piedras. Stéphane Mallarmé
Comentarios
Un abrazo.
Un beso
Gracias, mi Musa!
Me gusta el Otoño, pero me entristece la marcha de las golondrinas... no se puede tenerlo todo en esta vida..
Besos en sus alas, de paso por tu Isla..
Hola mi "diabético juvenil", acabo de ver tus dos últimas entradas.
Veo que no te privas de nada.
Espero que convivas con la diabetes de la mejor manera. Estoy segura que lo harás y viendo el resultado de tan hermoso pan de canela no me queda nada más que felicitar al panadero.
Un abrazo, amigo.
Snyder
Hermosas palabras las tuyas
Otro beso para ti.
Selma
Es como la balada de otoño que nos canta Serrat.
Vuelan mis besos hacía ti, amiga...
Petons i una molt, molt forta abraçada.