Oda a la bella desnuda
Con casto corazón, con ojos puros, te celebro, belleza, reteniendo la sangre para que surja y siga la línea, tu contorno, para que te acuestes a mi oda como en tierra de bosques o de espuma, en aroma terrestre o en música marina. Bella desnuda, igual tus pies arqueados por un antiguo golpe de viento o del sonido que tus orejas, caracolas mínimas del espléndido mar americano. Iguales son tus pechos de paralela plenitud, colmados por la luz de la vida. Iguales son volando tus párpados de trigo que descubren o cierran dos países profundos en tus ojos. La línea que tu espalda ha dividido en pálidas regiones se pierde y surge en dos tersas mitades de manzana, y sigue separando tu hermosura en dos columnas de oro quemado, de alabastro fino, a perderse en tus pies como en dos uvas, desde donde otra vez arde y se eleva el árbol doble de tu simetría, fuego florido, candelabro abierto, turgente fruta erguida sobre el pacto del mar y de la tierr...
Comentarios
Besos
Besos
Besos mi Musa!
Pero bueno, siempre hay algo que nos proporciona placer: el verde, el agua, las nubes, el viento...¡la naturaleza en definitiva y en todas sus modalidades!
Un fuerte abrazo.
un gran saludo
Es un honor para mi tenerte entre mis seguidoras. Gracias y un abrazo
Martine, amiga, Van Gogh que tanto nos gusta a las dos. Un molt fort petó.
Omar, si, breve e intenso.. Abrazos.
Chelo, esta Isla también es tu casa.
Desde que participas en Trazando Caminos sigo tus huellas.
Gracias. Un fuerte abrazo.