He llegado a una tierra de llegada.


¡Qué luz entre ojos, labios, manos;
qué primavera de latir;
qué tú entre ellos, en nosotros, tú;
qué luz, qué perspectivas
de pecho y frente (joven, mayor, niño),
qué cantar, qué decir,
qué abrazar, qué besar;
qué elevación de ti en nosotros
hasta llegar a ti!,
a este tú que pones sobre ti
para que todos lleguen por la escala
de carne y alma
a esta conciencia desvelada que es el astro
que acumula y completa, en unificación,
todos los astros en el todo eterno.
El todo eterno que es el todo interno.

Juan Ramón Jiménez

Comentarios

Chelo ha dicho que…
Me gustan mucho los poemas que nos dejas y además la mayoría son desconocidos para mi.
Un placer leerte
Meme ha dicho que…
Gracias, Chelo.

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