Nube blanca, que vas tan sola en el cielo y tan alta, ( Como aquella nube blanca de León Felipe) Una tarde cualquiera Volveré una tarde de septiembre con los primeros soles y las últimas ballenas, caminaré tus playas y tus doradas dunas, me perderé en la bruma de una tarde cualquiera. Mi corazón no habrá partido entonces, será como no haberme ido nunca, seré parte de ti otra vez, te cantaré mis deseos y me dormiré en la humedad de tu oleaje blanco, en el olor a mar sereno, sobre un colchón de caracolas. Volveré a caminarte una tarde... una tarde como esas tantas en que te he dado mi infancia, volveré a darte mis sueños, mi sonrisa, como tantas mañanas y de mis noches, las últimas lágrimas. Volveré a ti, aunque nunca me he ido, y seremos otra vez cielo y mar... arena y espuma... profundidad e infinito... Teresa Aburto Uribe La palabras andantes Eduardo Galeano Dice la esperanza: un día la verás, si bien esperas. Dic...